La última semana de octubre del año 130, durante un viaje por el Nilo en la barcaza que transporta al emperador Adriano y a su joven amigo Antínoo sucede algo inesperado: Antínoo cae al rio ahogándose. La versión oficial fue la de accidente. Inmediatamente después de la muerte, el joven es deificado y se crea el nuevo culto a Antínoo.
La noche del 18 de mayo, las magníficas piezas del Museu Nacional Arqueològic de Tarragona nos ayudaran a desgranar una historia llena de intrigas de poder y de rituales mágicos.